La construcción de la Hexacasa se está llevando a cabo resucitando de sus cenizas a una casa típica de la Alpujarra utilizando materiales naturales (piedras, madera y una arcilla impermeable llamada "launa") y utilizando una metodología ancestral con siglos de tradición.
Se trata de una construcción muy sencilla, con patron hexagonal, de gruesos muros, techo plano sobre vigas de madera, con una chimenea central con una terminación típica con forma de sombrero que recuerda a la forma arquetípica de un platillo volante.
La típica casa de la Alpujarra, está especialmente adaptada a la ladera y a las condiciones climáticas. Debido a su orientación, distribución, estructura y materiales utilizados, son viviendas absolutamente “bioclimáticas”, perfectamente adaptadas a las duras condiciones meteorológicas y geográficas de Sierra Nevada, cuya eficiencia se ha contrastado con el paso de los siglos.
El uso de estos materiales está condicionado por razones evidentes:
el aprovechamiento de los recursos disponibles.
